Siempre ha sido difícil para mí decir adiós.
Desde 1977 que partí de Logroño, muchas veces se repitió el adiós, año tras año. A veces me llevaba un recuerdo conmigo que me hiciera sentirme en Málaga como en Logroño. También lo contrario ocurrió y Logroño venía a Málaga, y se iba...
También ellos hicieron un viaje más largo y ella se quedó en su Logroño y él me acompañó hasta el final en Málaga. El 1 de Noviembre sería su santo y el de otros dos familiares que nos acompañan en el blog.
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