domingo, 28 de diciembre de 2008

Los Puentes antiguos de Logroño



Los Puentes de Logroño.- F. Félix A YALA. Logroño histórico (Revista)
Finales de los años 30 (?)
"Varios son los puentes con que cuenta Logroño, pero a través de estas líneas solamente vamos a tratar de los que tienen importancia desde el punto de vista de su antigüedad.
Hay tres a los que yo llamo "puentecillos" con poco respeto quizás a su antigüedad, el "puente de madres"; el antiguo y ya inexistente "puente de Varea", ambos sobre el Iregua, afluente del Ebro, riachuelo todo cauce o arroyo pétreo y conjunto de charcos; donde copia sus rayos el sol de fuego del sediento estiaje; y el de "San Lázaro".
No se ha podido averiguar el por qué del nombre de "puente de madres" que se da al puente del Iregua sito en la carretera de Villamediana y sólo se sabe de él que las grandes crecidas le hirieron de muerte varias veces y que fue reconstruído otras, desde 1590, fecha en que se tiene la primera noticia de su existencia y reconstrucción.
Nacido de madera, evolucionó a la piedra hacia 1699 y nuevamente resquebrajados sus cimientos mostraba en una perspectiva subrepticia, el abanico de un puentecito, roto el varillaje. Nuevamente elevado de madera hacia 1743 para reconstruirse más tarde en la pasada centuria tal y como se le conoce actualmente.
Este puentecito sirvió de enlace con Calahorra, Alfaro, Aragón y Cataluña, como dijeron los regidores en una sus reconstrucciones y tuvo un aliado, víctima como él de las furias invernales del Iregua en el "puente de Varea" sito en la llamada "carretera de Madre de Dios" y que servía de paso para Aragón, cuando el "de madres" estaba derruído.
Pero construida más tarde la carretera de Zaragoza, los habitantes del barrio de Varea principales interesados en la existencia de aquel puente, que sufrió análogas visicitudes al anterior, se sirvieron ya de este camino y aquel cayó en el olvido de sus ruinas desde 1840.
Otro "puentecillo" que aún existe pero olvidado es el "San Lázaro" construido de madera en 1573, y tal como está, en la carretera de Burgos, junto a la Beneficencia Provincial en 1621. Construido y cuidado por ser una de las principales entradas de la Ciudad, que servía y sirve para salvar la zanja de desagüe o "caba de San Miguel", y cuyo nombre de "puente de San Lázaro" lo recibió de la ermita de tal denominación existente en el siglo XVI a su costado y de la que no tenemos ni las ruinas.
Valiente puentecillo éste de San Lázaro, que aún subsiste desde 1621, y que sin tener la fortaleza de un puente romano que deja la eternidad de la piedra, ni la debilidad que convierte en polvo el ladrillo del arte árabe, parece hay a través de las centurias una arqueta venerable, mellados sus bordes y con orín de siglos en sus herrajes.
Vistos ya los "puentecillos" vamos a evocar la figura de nuestro primer Puente de Piedra. Puente que muestra en su historia múltiple las acuarelas y esmaltes de tonos vivos de alegría y de luz tornadas a veces en óleos opacos de semioscuridad al evocar las estampas guerreras cuyo conjunto forma el "museo" que evoca el recuerdo del Ebro.
Éste que fue el primer puente de piedra logroñés, fue construido en el siglo XII por don Juan de Ortega, clérigo y arquitecto, y que constaba de diecisiete arcos y dos castillos convirtiendo a Logroño en una plaza fuerte y amurallada que obstentaba todo el Ebro por foso y dos torres por delante, las cuales han subsistido en pie hasta el siglo pasado y en cuyas almenas medievales ondeó hasta la mitad del siglo XVII la bandera del real cuerpo de batallones de marina. A poco más de dos lustros de su constructor. fue testigo de la hazaña de todos conocida (que se relata en otro lugar de esta revista) siendo su héroe el Capitán Ruiz Díaz de Gaona.
El puente de piedra hubo de sufrir más de trescientos años los ataques de las aguas, cuando el Ebro se ensoberbecía en crecidas increíbles que dejaban malparada su fortaleza. Hasta 1736 no se encontró forma de evitar que las crecidas lo arrasasen, y para ello se construyó un canalillo con pretensiones de río que partiendo de la llamada "presa de Valvuena" descargara de parte su caudal al Ebro y no amenazase el Puente canal que el ingenio riojano bautizó con el nombre de "Ebro chiquito".
Hasta que se derruyó en el siglo pasado por el mal estado en que se encontraba, dando su derribo ocasión a la desgracia lamentable del hundimiento del puente de barcas provisional y del pintoresquismo encantador de la rusticidad, del "puente de madera", el puente de Piedra fue ruta de toda clase de guerreros.
Tal es a grandes rasgos el museo de estampas de los puentes de Logroño. La construcción de los actuales de piedra y de hierro es tan moderna que no tiene cabida en estas páginas que forman un "recordatorio" de nuestra ciudad antigua."
Puente de Logroño desconocido (diapositiva de cristal)

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