lunes, 27 de abril de 2009

Los cromos de cuentos de mi madre.-La Bella Durmiente, Blancanieves, la Cenicienta.


Mi infancia estuvo rodeada de fantasía y cuentos. Mi madre nos leía cuentos, se inventaba cuentos para que comiéramos y ella misma tenía una gran colección de cuentos de su infancia. La bella dormida (me gusta más así), ha inspirado no pocas fantasías y puede ser toda una alegoría de sentimientos dormidos y del sentirse enamorado, así como de los viejos tabúes o prohibiciones, las consecuencias fatales de saltárselos y que no hay mejor cura que estar enamorado. Podría abrirse todo un debate. Los cuentos de hadas nos siguen atrayendo porque encierran los misterios y miedos del ser humano. A mí me siguen fascinando.
Observación: deplorable la conducta del chef sobre el aprendiz de cocina. Eran otros tiempos cuando se editó el cromo, final del siglo XIX o principios del XX. Los derechos humanos no estuvieron muy claros hasta mediado casi los tres cuartos de siglo XX, al menos en este país.

Blancanieves también habla de inocencia, celos y rivalidades, enamoramientos más o menos platónicos de maduritos y muerte dormida o resurrección por amor. La manzana, como en la Biblia, aparece como el objeto o deseo de perdición. El amor despertará de nuevo del letargo de sentimientos y frustraciones.

Cenicienta, maltratada , humillada y envidiada por su belleza y bondad, conseguirá remontar y cambiar su estatus , por lo que puede ser un cuento muy actual.

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