Me ha dado por rescatar fotos imposibles desde su comienzo, como este carrito con burro de los lecheros, que antes de inventarse la uperización de la leche, las amas de casa, con un vínculo de fidelidad con su lechero, recogían la leche virgen de la vaca-no siempre, también a veces se adulteraba con agua o cosas peores para que no lo detectaran los densitómetros de los inspectores- y después el ama de casa la hervía hasta dos veces para que estuviera completamente desinfectada. A veces se sobraba y hasta se quemaba y en Navarrete inventaron una cerámica circular para depositar en el fondo de los cuece-leches, recipientes idóneos para esta tarea de la rutina diaria, y evitaban que se sobrara la leche.El negativo de las fotos está defectuoso desde que aprendía a revelar mis fotos. Las primeras no salían bien al principio...
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