Este reloj lo conocí sin funcionar algunos años y después lo repararon en una relojería que hacía esquina con Avenida de Colón y Duquesa de La Victoria. Aquí pensé que estaba estropeado y me he llevado la sorpresa de que funciona todavía el reloj de mi abuelo. Tiene una voz un tanto apagada y grave y hay que ir ajustándole la hora con una ruedecita que está en el péndulo. Es analógico, pero tiene algo de digital: la foto en la que he suprimido el fondo para integrarlo en el blog...
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