domingo, 19 de septiembre de 2010

Los hombres buenos y justos se nos mueren: José Antonio Labordeta

Nos llevó a todos en su mochila recorriendo España. Le gustaba verla con la mirada de un hombre sencillo, algo socarrón y culto. Rezumaba humanidad y sentido común, no siempre el más común de los sentidos. (Me gustó el capítulo dedicado a Arnedo, Munilla y los puebloss del Cidacos).
Luchó por la democracia como nadie y también se plantó en el Congreso ante sus señorías. que menospreciaban a un cantautor del pueblo que se mojó por los valores democráticos y defendió a su tierra, Aragón, con una eficiencia insuperable.
Los hombres justos y buenos, cuando se van, nos dejan un poco huérfanos. Lo mismo me pareció cuando falleció Delibes, que los apreciamos porque la bondad engancha...

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