Con mi abuelo, mi madre y estos señores y familia debajo del mismísimo puente de piedra de Puentemadre, nos despedimos de esta serie estereoscópica y de cristal. Todas las fotos de cristal de este blog son estereoscópicas, pero no todas pueden verse así por el deterioro de algunas, como la de la cabecera, rota y recuperada para la creación de este blog. Algunas, con paciencia, podrían recuperarse. Tal vez recupere alguna más en estéreo más adelante. Hay una entrada dedicada a explicar cómo funciona el estéreo y algunas fotos de La Rioja en estéreo y color no propias... Siempre me impresionó el estéreo tanto para fotos como para sonido o cine. En la Expo de Sevilla, en el pabellón de medio Ambiente, había una película en gran formato y estéreo que llevé a mi padre a verla. Lo habían operado en Málaga en el 92 y hacía un mes que había salido bien de su operación. Por eso lo llevé a la Expo de Sevilla y vimos tambien la tele en alta definición que nunca se comercializó, pues con el invento de la televisión digital, se ha ido por otros caminos, como Internet y este blog, en el que mi abuelo nunca hubiera soñado, a pesar de que siempre estuvo a la última en tecnología fotográfica y fonográfica. Hablaré de la discoteca de mi abuelo, de la que he digitalizado, limpiado de ruidos y chasquidos y puestas en estéreo algunos de sus títulos. Esto me obligaría a hablar también de Pepe o Eduardo, pioneros en Logroño de Casa Erviti, con central en San Sebastián. (Mi hermano heredó las aficiones musicales de mi abuelo y mantuvo amistad con Pepe el de casa Erviti; cuando murió mi hermano, Pepe fue a su misa porque mi hermano fue un gran cliente en su nueva tienda Discolandia y también le acompañaba algunas veces a recoger la tienda y compartían conversación y aficiones, sobre todo consiguiendo piezas de jazz imposibles de conseguir).
Pero esas son otras posibles historias que tienen que ir madurando.
También hablaré de la gramola La Voz de su Amo y de un muñeco articulado a lo Pinocho con sombrero de paja , inspirado en los músicos y bailarines de jazz, que bailaba suspendido de una varilla vibradora colocada estratégicamente en el pincho de los discos y que recogía las vibraciones en una lengüeta metálica. Se la construyó su gran amigo y compañero de facultad Augusto Colis, médico dentista y padre de una saga de dentistas en Logroño...
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