viernes, 24 de abril de 2009

Revista Blanco y Negro,16 de Mayo de 1920.-Familia Real: Príncipe de Asturias y hermanos.-Reportaje sobre San Millán, Monasterio de Yuso.























































































De revista Blanco y Negro.-Madrid,16 de Mayo de 1920.
La primera página está dedicada al entonces Príncipe de Asturias y a sus hermanos D. Jaime, D. Juan y D. Gonzalo. En la página sin numerar 24 empieza el reportaje sobre San Millán de la Cogolla, firmado con el seudónimo de Juan Cualquiera, común en aquella época.

“El Escorial de la Rioja
Monasterio de San Millán de Yuso

Por Juan Cualquiera

En el pintoresco valle de San Millán de la Cogolla, al pie del cerro de este nombre y a la izquierda del río Cárdenas, se halla enclavado el antiguo monasterio de Yuso, residencia que fue de monjes Benedictinos y hoy de los PP. Agustinos Recoletos.
Don García de Navarra, hijo de Sancho el Mayor, mandó construir un suntuoso convento, que quedó terminado en los días de Sancho el de Peñalén, el año 1064, para guardar los restos mortales de San Millán y las reliquias.
Del convento que mandó edificar D. García sólo quedan vestigios; el moderno edificio estaba modificado ya en los siglos XV y XVI, habiéndose construido los claustros alto y bajo en 1554. En ellos hay varias sepulturas que se distinguen por su magnificencia, así como la sala capitular, la librería, la escalera y otras estancias, lo cual ha valido a este monasterio el sobrenombre de El Escorial de la Rioja. La iglesia se edificó en 1642, y tiene tres naves de mucha altura sostenidas por doce columnas de ancha base.
La construcción románica del siglo XI ha desaparecido. La nave mayor está interceptada por suntuoso coro de estilo del Renacimiento, con trascoro churrigueresco y rejas de prolija labor y mérito extraordinario.
En la cabecera del presbiterio se ve el hermoso retablo de arquitectura greco-romana del siglo XVII, con un gran cuadro que representa a San. Millán, o mejor dicho, San Emiliano, vestido de monje y a caballo, tal como se dice que se apareció en la batalla de Simancas al ejercito del conde Fernán González.
Entre el presbiterio y el coro, el crucero, lleno de luz, ilumina el bello conjunto.
La puerta que da acceso al claustro procesional es también de estilo churrigueresco. Detrás del coro hay un magnífico púlpito de madera tallada, obra de gran mérito.
La sacristía está en el claustro bajo, y es una verdadera maravilla de estilo y riqueza. La adornan cuadros de gran valor artístico. También los hay en el claustro alto, doce de ellos pintados por el profesor navarro Juan de Espinosa y otros por Fr Juan de Rizi. En el mismo claustro se encuentra la notable biblioteca, que contiene numerosísimos volúmenes.
Tal es el monasterio llamado de Yuso para distinguirlo del otro que se halla en el monte de Suso.
Como ésta hay en España no pocas joyas olvidadas, aunque sean merecedoras de la contemplación de los amantes de lo bello. La rutina lleva a la curiosidad por caminos trillados, pese a la belleza de otros sitios.”
J.C.

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