Cuando se urbanízó la antigua vía del tren, al desaparecer ésta, la feria ocupó sus terrenos. Anteriormente se instalaba en la Glorieta, pasó junto a las Gaunas y las trincheras del ferrocarril, como en las fotografías que tomé en estas fechas (69 ó 70), con la poca luz ambiente que había en esta feria de la penumbra. Me gustaba mucho la caseta de los libros que ponía un catalán de Barcelona y el salón de tiro de José Villa, los autos de choque y, por supuesto, el circo. Y fuera del recinto ferial, en la Glorieta y en el Espolón me gustaba Gorgorito, que se le ha rendido homenage con una escultura recientemente. Las imágenes de Gorgorito son de vídeo de larioja.com.
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