viernes, 2 de enero de 2009

Don Javier A. .-Un vecino ilustre de Vara de Rey 8 (6)


He conocido una página web muy entrañable sobre Don Javier A. y con ella como complemento, me atrevo a tocar esta figura mítica para mí, pues era un gran hombre que impresionaba a niños como yo, que lo teníamos de vecino. Había escuchado muchas anécdotas a mi padre, que desde Valencia donde él estuvo trabajando 12 años, Radio Nacional habló de Logroño para decir que había un jabalí suelto por la calle y que un hombre valiente se había enfrentado con una silla como escudo y parece ser que el animalito acabó muerto de un tiro. Mi padre se imaginó la realidad y es que a nuestro vecino Don Javier se le había escapado uno de los jabalíes que había criado. Abajo, en el portal, había una bicicleta especial aparcada de Don Javier y especialmente para él, se supone que en sus propios talleres, le habían adosado dos cuernos más y le llamábamos mi hermano y yo la bicicleta de los cuatro cuernos. El duro sillín de cuero tenía una boina como funda para amortiguar la dureza de aquellos sillines tan incómodos. Era un hombre llano y que no le interesaban las apariencias, vistiendo cómodo y deportivo, incluso el calzado lo tenía adaptado a sus dolencias en los pies. Por la calle, un día de fiestas de San Bernabé, le vi andando en su biciclo antiguo, que a un niño como yo le impresionaba bastante. En su casa me llamaba la atención, en la entrada, una alfombra de piel de jabalí, con su cabeza con la boca abierta, como estaba mandado. Desde mi casa se escuchaba su reloj de cuco.También se escuchaba con frecuencia el sonido de una pianola (piano automático con tiras plegables de catulina perforada. Los primeros ordenadores también utilizaban tarjetas perforadas o cintas magnéticas).

La distribución del piso era como el de mi casa, que ya he editado el plano en la otra entrada, aunque la reformaron y, durante las obras, tuvieron que apuntalar en el garaje la planta de mi piso, que se quedó combado el pasillo para siempre. (En frente de su casa vivió de niño un futuro meteorólogo de radio nacional, Ricardo L., que debió de jugar con mi madre, pues lo recordaba mucho y hasta se intercambiaron de mayores alguna felicitación de Navidad. Luego vivió la familia de Celso R. , que ella se quedó viuda y la recuerdo con hijas mayores que yo, pero la verdad es que no las conocía mucho).
Irene y Antonina fueron personas fieles que trabajaron siempre en la casa y que tenían amistad con Lupe en mi casa y se entendían cuando a alguna le faltaba algún condimento para la comida. Cuando se iban a la Central (Central eléctrica en Islallana y una finca), Lupe se quedaba con la llave del piso para dar vuelta y dar el agua, que era de pozo y motor. Todavía me he encontrado con Irene o Antonina por Logroño y me han saludado muy cariñosas cuando me han visto. A sus hijos Javier Mari y Tildita-les llamaban entonces- los recuerdo como deportistas y practicantes del deporte como su padre. Doña Matilde R. se llevaba muy bien con mi madre y veían juntas en ocasiones programas de televisión o charlaban de sus cosas.

Mi abuelo se había casado con Juana M. y por eso el trato con la hija de Doña Consuelo era tan familiar. Tengo fotografías de toda la familia por esa familiaridad que había con mi abuelo. Desde niño he visitado en el cementerio el panteón de Juan E. M., pues en él está enterrada la primera mujer de mi abuelo y gente de mi familia y allegados muy queridos.

Recomiendo ver la Web de Don Javier para conocerle en el tono familiar de su yerno Rafael M.. Habla de sus hazañas deportivas, de su humanidad y de su patriotismo chico, grande y de todas las dimensiones no excluyentes, y de su gran altura de miras en temas todavía candentes hoy. De su labor que empezó como ingeniero y de su amistad con Marcos R., que eran paisanos. También de su defensa de los obreros de Marrodán y Rezola durante la guerra y de muchos detalles que hacen admirar a este gran hombre que fue Don Javier A. G. Sus últimos años lo recuerdo fatigado subiendo las escaleras al 2º piso de Vara de Rey, descansando en la primera planta. Su recuerdo me es entrañable y querido, pues yo era un niño cuando lo viví.


En las fotografías de comparsa de villancicos, el más alto era Don Javier A., camuflado de bajito.






Con su hijo , Javier Mari, ejerciendo de buen padre en los talleres y en la terraza del 2º piso izquierda de Vara de Rey 8, con uniforme militar. Un cablecito (cordón de la luz se decía entonces) largo y rizado que se ve en la foto es una antena de radio, equivalente para una casa a las antenas de televisión de ahora o al acceso a internet. Pinchar las fotos para agrandarlas y verlas en detalle.






Ver las 2 webs contiguas del lateral del blog y también excursión de obreros de Marrodán y Rezola y Vara de Rey 8 y el clarinete de Ignacio

jueves, 1 de enero de 2009

Mi último tren.- Artículo de Taquio Uzqueda: G.D./ Fotografía de Pedro Antonio


Pinchar imágenes para leer originales.
Taquio y yo hemos coincidido en tener la misma fuente fotográfica, y me lo ha aclarado Pedro Antonio. No hay malentendido en este caso...


Nueva estación




Imagen virtual de Wikipedia de la nueva estación
Inauguración de la desapareciente estación

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz año 2009: Casi un año de cristal

Deseo que se cumplan los sueños de todos en el año 2009. Felicidades especiales a la comunidad Riojana y a los que visitáis este modesto blog, que no pretende sino divulgar lo que se quedó atrapado en la memoria y en el tiempo y lucha contra el orín y la polilla del deterioro del material o de la pérdida. Una comunidad no debe de perder la memoria ni olvidarse de sus orígenes. ¡Feliz año 2009!
Para utilizar mi material sin fines comerciales, solo hace falta comunicármelo y citar la procedencia, como yo hago habitualmente. ¡Gracias!
e-mail a :
Para links a mi blog, no es necesario.

martes, 30 de diciembre de 2008

El clarinete de Ignacio, un vecino de la buhardilla de Vara de Rey 8 (6).- Historias de la calle Vara de Rey












La dirección de este blog es mis objetos preciados, pero casi se me antoja cambiarla a mis objetos mágicos. Últimamente el blog ha cobrado independencia y tira de mí en lugar de yo de él. Les pasa a los ventrílocuos, que los muñecos se les rebelan y hablan anulando la voluntad del amo, como se decía en términos de servidumbre. Un clarinete que estaba dormido en el armario se ha despertado y ha localizado la fotografía e incluso la tarjeta de visita de su antiguo dueño y se empeña en ser protagonista. Nos cuenta la historia de más de un siglo, y creo que debe de ser así, pues conozco a muchos músicos clarinetistas profesionales que se han quedado con la boca abierta cuando han visto semejante instrumento, que sólo en foto habían visto algo parecido. Por eso es necesario contar la historia de un vecino de Vara de Rey muy recordado: Ignacio Estefanía, natural de Munilla, que vivió en lo que se llamaba una buhardilla: una estancia con dos alcobas que daban a un cuarto de estar con una mesa camilla auto-servicio (repleta de objetos), para no tener que levantarse mucho, y una cocina al entrar en la vivienda. El servicio era colectivo y de los de hacer las faenas de pie, un poco en cuclillas. No tenía ningún vecino de la buhardilla baño ni ducha, por lo que la higiene se practicaría con otros accesorios como fregadero, baldes de zinc o palanganas de porcelana. (Recuerdo nombres de vecinos de la buhardilla: Paco, Gauden y Paquito, Justina... Otras buhardillas eran nuestros trasteros o para que los colchoneros hicieran colchones de lana).
Ignacio era un hombre bueno, con una gran cojera que le obligaba a caminar con dos muletas de sobaquera; alto y con una voz tan poderosa que con sólo: "¡¿Quién anda ahí?!"asustó a unos ladrones que quisieron robarle en una ocasión y salieron de estampida.
Padecía cuando lo conocí -ya mayor- de sordera y utilizaba por ello un audífono de los primeros que se fabricaron que pitaba con frecuencia. Había compartido vivienda con su madre, a la que estuvo muy unido. Frecuentaba su amistad con nosotros y mi hermano, aficionado a la música, le daba conversación y algunas veces le acompañaba en su soledad.

Un día Ignacio le dio como regalo un clarinete plateado. Con éste y más tarde un saxofón había formado parte y fundado la orquesta Estefanía, una especie de banda o charanga en la que estarían integrados un grupo reducido de músicos.

Viene esta historia a colación porque, quizás por ser navidad, me acuerdo de este hombre solitario que siempre ocupaba un banco de Vara de Rey, cerca del Espolón y que ejerció de zapatero y hasta hacía zapatos además de remendarlos (zapatero remendón es el que no sabe hacerlos), pero todo durante su juventud y madurez, pues su minusvalía y seguramente la edad le impedía trabajar normalmente. Le socorría una prima suya que estaba en buena posición y tambien de Cáritas de los Padres Carmelitas le daban vales de comida y alguna cosa más de vez en cuando.

Como anécdota curiosa, estaba suscrito a Cuadernos para el Diálogo, publicaciones periódicas que hablaban de filosofía para poder hablar de política, ya que entonces no se podía hacer abiertamente.

Falleció un verano, solo y repentínamente, en una casa que le cedieron a renta en otro número de Vara de Rey, la manzana que hace esquina con la calle Miguel Villanueva. Apareció la noticia en el diario La Rioja en los años 80.

Al clarinete le he dado un toque algo mágico, pues se lo merece y ha influido en personas que lo han visto para elegirlo como instrumento. Hay un error en la posición de la boquilla para poder tocar. La fotografía de Ignacio se la hice a finales de los sesenta. Era blanco y negro, pero le he dado un toque bicolor sin colorear directamente.

Calahorra, en el libro de 1701, ya citado, de la biblioteca de mi abuelo





































Calahorra, como Numancia o Sagunto, tiene fama de ciudad heroica y de resistencia. En el Libro ya citado en el blog y al que ya se ha hecho referencia en otras ocasiones, alude el letrado autor a que Calahorra fue cercada al menos en dos ocasiones en la antiguedad, por los cartagineses de Aníbal y por los Romanos después. y hace previamente un recorrido en estas páginas, no completas aquí, por distintas invasiones que sufrió. Léase pinchando las fotos de arriba abajo . Las eses son largas en muchos casos y parecidas a efes .


La fotografía del coro de la catedral, de la sacristía y el retablo son diapositivas de cristal de principios de siglo XX. Indicar si están al derecho o al revés. Gracias. Seguiré escaneando y restaurando más. Algunas de éstas les queda un retoque más.

Mi Logroño Google Earth









Desde El Sur me asomo de vez en cuando a un viaje aéreo por Logroño y consulto mis dudas y me ubico en el nuevo Logroño Digital, no siempre es de Cristal. Es interesante las posibilidades que nos proporciona Google y una de ellas es instalar un sencillo programa de Google Earth y asomarse al Logroño virtual y casi real, con las calles, tiendas, lugares de esparcimiento, etc. Os invito a visitar, no sólo Logroño, sino también el mundo. La primera versión que aparece en el enlace es gratuita y tiene bastante nitidez en Logroño capital y a distancias relativamente cortas. La última es la Rioja entera. Pinchar para ampliar detalle

lunes, 29 de diciembre de 2008

Sanatorio Quirúrgico San Bernabé: 1925-1935

Portada
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pasillo

En el Palacete del Espolón junto a Duquesa de la Victoria, ya demolido y que fue sede del Conservatorio de Música de Logroño, se encontraba esta flamante Clínica supermoderna para la época de los años 30. El director del Sanatorio era Antonio María Cospedal.

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(...)El edificio de la Clínica está situado en la calle de Vara de Rey, esquina a Duquesa de la Victoria, frente al Espolón y rodeado de amplio jardín. Reúne las ventajas de su situación céntrica, y sin embargo, tranquila, de distar menos de trescientos metros de la Estación de ferrocarril y de las paradas de las líneas de automóviles y de ocupar uno de los más sanos y hermosos lugares de la población. Su arquitectura, sobria y sólida, ofrece el aspecto que muestran las mismas figuras.
Su distribución es la siguiente:
En el sótano (plano número 1) se encuentran la despensa, cocina, los depósitos de leña y carbón, el cuarto destinado a las calderas que surten de calefacción y de agua caliente a todas las habitaciones y Figura 6.
Las fotografías dan perfecla cuenta de estas instalaciones y permiten comprobar que satisfacen perfectamente todas las condicio nes requeridas en estos departamentos.
En este mismo piso se hallan las habitaciones para enfermos de las clases primera y segunda,. Estas habitaciones tienen teléfonos que permiten a los enfermos comunicarse desde su cama con el punto que deseen.
El segundo piso (plano núm. 4) consta de su correspondiente cuarto de baño y de las habitaciones de tercera clase para enfermos de posición modesta (figs. Núm. 28-29).”(...)


(...) El Sanatorio Quirúrgico « San Bernabé» no sólo admite los enfermos que deseen ser operados por su Director, sino también a los que deseen serlo por otros cirujanos.
SERVICIOS QUE OFRECE A VD. ESTE SANATORIO
Servicio de consulta en la clínica
Cirugía general. Todos los días de 9 a 1 y de 3 a 6.
Ginecología (matriz). Diariamente de 9 a 1 y de 3 a 6
Servicio de Radiologia
Radioscopias. Todos los días de 9 a 1.
Radiografías. Todos los días de 9 a 1
Radioterapia. Todos los días de 3 a 8 de la tarde.
Servicio de otras terapéuticas fisicas
Electricidad, Diatermia, Rayos ullravioleta.
Servicio de operaciones en la clínica
Habitaciones de l.ª, 2.ª Y 3ª clase con luces directas al jardín; calefacción, baños, teléfonos (el enfermo puede utilizarlos desde la cama), agua corriente ca­liente y fría y todo cuanto puede hacer cómoda la estancia.
Los honorarios de estancia van incluídos en el de operación.
La sala de operaciones está siempre dispuesta con todo lo necesario, no sólo para las intervenciones fijadas de antemano, sino también para cualquier caso de urgencia.
Servicio de operaciones a domicilio
Un equipo con todo lo necesario para cualquier clase de intervención está siempre dispuesto para ser transportado al domicilio del paciente cuando éste prefie­ra ser operado en su casa. Los precios de intervención son los mismos que en la clínica.
Servicio de consultas en el domicilio del enfermo
Dentro de la capital
Pueblos de la provincia
Pueblos fuera de la provincia
Servicio de traslado de enfermos
Nos encargamos de su traslado desde su domicilio a la clínica.

Extraído de Librito de promoción del Sanatorio, editado en los talleres de la Imprenta Moderna, sita en Duquesa de la Victoria nº 30.-Logroño 1935

domingo, 28 de diciembre de 2008

Los Puentes antiguos de Logroño



Los Puentes de Logroño.- F. Félix A YALA. Logroño histórico (Revista)
Finales de los años 30 (?)
"Varios son los puentes con que cuenta Logroño, pero a través de estas líneas solamente vamos a tratar de los que tienen importancia desde el punto de vista de su antigüedad.
Hay tres a los que yo llamo "puentecillos" con poco respeto quizás a su antigüedad, el "puente de madres"; el antiguo y ya inexistente "puente de Varea", ambos sobre el Iregua, afluente del Ebro, riachuelo todo cauce o arroyo pétreo y conjunto de charcos; donde copia sus rayos el sol de fuego del sediento estiaje; y el de "San Lázaro".
No se ha podido averiguar el por qué del nombre de "puente de madres" que se da al puente del Iregua sito en la carretera de Villamediana y sólo se sabe de él que las grandes crecidas le hirieron de muerte varias veces y que fue reconstruído otras, desde 1590, fecha en que se tiene la primera noticia de su existencia y reconstrucción.
Nacido de madera, evolucionó a la piedra hacia 1699 y nuevamente resquebrajados sus cimientos mostraba en una perspectiva subrepticia, el abanico de un puentecito, roto el varillaje. Nuevamente elevado de madera hacia 1743 para reconstruirse más tarde en la pasada centuria tal y como se le conoce actualmente.
Este puentecito sirvió de enlace con Calahorra, Alfaro, Aragón y Cataluña, como dijeron los regidores en una sus reconstrucciones y tuvo un aliado, víctima como él de las furias invernales del Iregua en el "puente de Varea" sito en la llamada "carretera de Madre de Dios" y que servía de paso para Aragón, cuando el "de madres" estaba derruído.
Pero construida más tarde la carretera de Zaragoza, los habitantes del barrio de Varea principales interesados en la existencia de aquel puente, que sufrió análogas visicitudes al anterior, se sirvieron ya de este camino y aquel cayó en el olvido de sus ruinas desde 1840.
Otro "puentecillo" que aún existe pero olvidado es el "San Lázaro" construido de madera en 1573, y tal como está, en la carretera de Burgos, junto a la Beneficencia Provincial en 1621. Construido y cuidado por ser una de las principales entradas de la Ciudad, que servía y sirve para salvar la zanja de desagüe o "caba de San Miguel", y cuyo nombre de "puente de San Lázaro" lo recibió de la ermita de tal denominación existente en el siglo XVI a su costado y de la que no tenemos ni las ruinas.
Valiente puentecillo éste de San Lázaro, que aún subsiste desde 1621, y que sin tener la fortaleza de un puente romano que deja la eternidad de la piedra, ni la debilidad que convierte en polvo el ladrillo del arte árabe, parece hay a través de las centurias una arqueta venerable, mellados sus bordes y con orín de siglos en sus herrajes.
Vistos ya los "puentecillos" vamos a evocar la figura de nuestro primer Puente de Piedra. Puente que muestra en su historia múltiple las acuarelas y esmaltes de tonos vivos de alegría y de luz tornadas a veces en óleos opacos de semioscuridad al evocar las estampas guerreras cuyo conjunto forma el "museo" que evoca el recuerdo del Ebro.
Éste que fue el primer puente de piedra logroñés, fue construido en el siglo XII por don Juan de Ortega, clérigo y arquitecto, y que constaba de diecisiete arcos y dos castillos convirtiendo a Logroño en una plaza fuerte y amurallada que obstentaba todo el Ebro por foso y dos torres por delante, las cuales han subsistido en pie hasta el siglo pasado y en cuyas almenas medievales ondeó hasta la mitad del siglo XVII la bandera del real cuerpo de batallones de marina. A poco más de dos lustros de su constructor. fue testigo de la hazaña de todos conocida (que se relata en otro lugar de esta revista) siendo su héroe el Capitán Ruiz Díaz de Gaona.
El puente de piedra hubo de sufrir más de trescientos años los ataques de las aguas, cuando el Ebro se ensoberbecía en crecidas increíbles que dejaban malparada su fortaleza. Hasta 1736 no se encontró forma de evitar que las crecidas lo arrasasen, y para ello se construyó un canalillo con pretensiones de río que partiendo de la llamada "presa de Valvuena" descargara de parte su caudal al Ebro y no amenazase el Puente canal que el ingenio riojano bautizó con el nombre de "Ebro chiquito".
Hasta que se derruyó en el siglo pasado por el mal estado en que se encontraba, dando su derribo ocasión a la desgracia lamentable del hundimiento del puente de barcas provisional y del pintoresquismo encantador de la rusticidad, del "puente de madera", el puente de Piedra fue ruta de toda clase de guerreros.
Tal es a grandes rasgos el museo de estampas de los puentes de Logroño. La construcción de los actuales de piedra y de hierro es tan moderna que no tiene cabida en estas páginas que forman un "recordatorio" de nuestra ciudad antigua."
Puente de Logroño desconocido (diapositiva de cristal)

El Ebro de cristal



Con las viejas cámaras y emulsiones fotográficas lentas, las aguas del Ebro se difuminan desapareciendo las corrientes o remolinos y convirtiendo el río Ebro en un espejo. De las fotos de cristal de mi abuelo, esta vista del Ebro con una fábrica en la margen derecha.