Desde Benedicto XV, que fue uno de los papas contemporáneo de mi abuelo, hasta el actual ha pasado un siglo.
Los papas nos han acompañado y definido épocas y costumbres. Recuerdo a mi padre, que estuvo presente en Roma con Pío XII en la plaza de San Pedro. El fallecimiento del mismo fue en mi casa, con pocos años yo, muy sentida.
Juan XXIII convocó el concilio Vaticano II y nos quitó el latín que tuve que aprender como monaguillo y en bachillerato de letras y estudios posteriores. También contemplamos el cambio de vestuario y aggiornamento de costumbres y reglas estrictas de órdenes religiosas y vivimos el ecumenismo y acercamiento de Iglesias.
Con Pablo VI se culminó y adaptó el concilio Vaticano II y comienza el Papa viajero llegando a Tierra Santa, comenzando el diálogo entre religiones. Defendió los derechos humanos y fue incomprendido en algunos asuntos de planificación familiar. Fue el último Papa estando yo en Logroño y un año en Málaga.
Breve fue la sonrisa abierta de Juan Pablo I, pero abrió una esperanza...
Juan Pablo II abarcó una larga etapa de mi vida. Fue grande en muchos aspectos, pidió perdón por los errores de la Iglesia y acercó a todas las religiones por la paz y los derechos humanos. Tuvo a su lado al cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo.
A Benedicto XVI lo he vivido la última semana de febrero en el Vaticano y he visto volar su helicóptero a la residencia de Castelgandolfo. Lo he llegado a comprender y me admira su renuncia y su inteligencia lúcida.
Las fotos son de la última semana de febrero y la audiencia en la plaza de San Pedro.
Los cardenales están celebrando ahora mismo la misa de comienzo del Cónclave...
¿Cuál será el próximo Papa?
