sábado, 13 de septiembre de 2008

Paseos por Puentemadre








Casi empezamos el blog con el Merendero de Puentemadre. De nuevo el grupo de amigos de mi abuelo hace una rutina que hacíamos mucho los de Logroño: pasearnos por las afueras, ya que Logroño era muy pequeño, con Portales y el Espolón como paseos oficiales de vernos la gente y de otros como eran Puentemadre, donde se iba a comer, junto a la fuente del Zapatero o al merendero y a bañarse en lo que se llamaban pozas, donde se podía nadar un poco. Después, los pantanos transformaron los ríos... El parque del Iregua ha sido una solución nostálgica y acorde a los tiempos para recuperar esta zona para el ocio.


Las fotos están tomadas a finales de los años 20 por mi abuelo o uno del grupo y son de cristal y tengo los negativos y las diapositivas, los dos de cristal

jueves, 11 de septiembre de 2008

Casa de muñecas de mi madre










Cuando mi madre era niña, en aquella casa de Vara de Rey había una vecina llamada Juanita y su marido, que hizo muchas fotos a mi madre niña,. Le tomaron cariño a mi madre, y para la fecha de Reyes Magos, 6 de Enero, le trajeron una casa de muñecas con una familia trimembre de porcelana y el resto, la propia vecina los confeccionó de trapo, colaborando mi madre en crear nuevos personajes. Mi padre, cuando yo no vivía ya en Logroño y la casita de muñecas estaba arrumbada en un trastero y en malas condiciones, le sugerí, pues ya se había jubilado, que se entretuviera reparándola y redecorándola y mi madre confeccionó personajes nuevos: la abuela flaca, pues ya había una gruesa, y los del dormitorio los compró de las réplicas alemanas que se fabrican actualmente. Las fotos son diapositivas de los 80 en Logroño, en la casa de mis padres, la que construyó Gerardo Cuadra cerca de los Boscos.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El asalto: un juego del siglo XIX casi desaparecido.










El juego del Asalto es un juego que yo jugaba de niño con el tablero dibujado a mano de mi abuelo materno, del que ya hemos hablado. Mi abuelo paterno tenía otro impreso del siglo XIX, que yo conseguí fotocopiar y restaurar. Del tablero de mi abuelo materno, el de las fotos de cristal, he hecho una versión más moderna basándome en el dibujo manual antiguo. Las fichas eran peones de cabeza pequeña, 2 oscuros y 24 Claros. Básicamente, el juego consistía en ocupar la fortaleza defendida por los oscuros, que mueven en todas las direcciones, mientras que los claros lo tenían más limitado, pero eran mayor número.

REGLAS DEL JUEGO DEL ASALTO

Juegan 24 peones claros y 2 oscuros
Los peones oscuros defienden la fortaleza, y se sitúan en cualquiera de los nueve puntos de la misma.
Salen los claros y alternan con los oscuros. Estos pueden desplazarse en todas direcciones: avanzar, retroceder, diagonalmente y de costado.
Pueden los oscuros comer tantos claros como les convengan, si hay puntos vacíos al otro lado del claro.
Si, pudiendo comer el oscuro al claro no lo hace, éste puede quedarse con aquél.
Los claros pueden avanzar siempre por las calles rojas; no pueden retroceder ni comer al oscuro.
El salto o avance, tanto del oscuro como del claro es desde el punto de vista que ocupan hasta el inmediato; pero al comer el oscuro, pasa a ocupar el punto vacío.
Para ganar la partida, es preciso que los claros pasen a ocupar los nueve puntos de la fortaleza.
Si queda dentro de esta un oscuro o los dos sin poder salir, pierden los claros la partida.
Hay en Internet mejores explicaciones de las reglas, pero estas eran las que mi abuelo copió en el mismo juego. He adaptado un poco el vocabulario.

Enlace a Juegos de Tablero en Cruz




lunes, 8 de septiembre de 2008

Nieva de Cameros.- La gallina ciega y los frutos de la matanza del cerdo en una merienda familiar.

Mi madre era llevada a Nieva de Cameros por mi abuelo, pues de allí era (su padre nació en Nieva, porque su abuelo Julián Martínez era médico en Nieva. Ver Villoslada para mi bisabuelo Julián). Allí le esperaban las primas de mi abuelo.
María era una persona entrañable de la que mi madre siempre habló, era muy alegre. La que está de espaldas es la tía María, que así la citó cientos de veces mi madre. La otra escena, con la prima María de mi abuelo (la del corro de la gallina ciega), hermana, cuñado y madre, en una época en la que la fotografía estaba naciendo, era valorado fotografiarse con los tesoros de supervivencia, los frutos de la matanza del cerdo, que harían sobrevivir y autoabastecerse contra nieves y aislamientos, que en aquella época eran severos.


Las fotografías familiares están positivadas en papel fotográfico fino y brillante. La del pueblo estaba montada sobre cartulina gruesa, deteriorada por parásitos en los márgenes principalmente, que he suprimido. Un grupo de excursionistas descansa aprovechando quizás los primeros "autos"

Villoslada de Cameros, a 50 kilómetros de Logroño





Este bonito pueblo camerano, regado por el Iregua y del que me traen recuerdos familiares: el padre de mi abuelo, el de las fotos de cristal como ésta, fue médico en Villoslada y se llamaba Julián Martínez Baños. La romería de la Virgen de Lomos de Orio la viví de niño, con las raciones de carne que se reparten a todo el que asiste a ella. La foto es del primer cuarto del siglo pasado y de las que tenía mi abuelo, de cristal.

En la siguiente foto (de la orla de medicina), mi bisabuelo Julián Martínez Baños, que fue médico a finales del siglo XIX en Nieva, -donde nació mi abuelo- y Villoslada de Cameros. Acabó de médico en su pueblo, Arenzana de Abajo, falleciendo a los 50 años de neumonía. Fue médico, poeta, ebanista, músico y labraba bastones en madera de boj, de los que disfruté cuando yo era niño conociendo al menos dos de ellos. Comenzó labrando viñas y de barbero-practicante (se llamaba a los que ponían inyecciones y hacían curas de emergencia), como empezaban todos, y estudió bachillerato y medicina después de casado, obteniendo sobresaliente en el título. Tuvo oportunidad en la Universidad de Zaragoza siendo estudiante de pronunciar un discurso ante el rey Alfonso XII, quizas por ser el alumno de más edad . Puede sonar mal, pero fue un ejemplo para todos sus descendientes, que lo hemos admirado. Conocí a un hombre mayor de Brieva que había conocido a mi bisabuelo y se deshacía en elogios hacia su persona. Fue el padre de mi abuelo Santos, el que tenía las principales fotos de este blog, de cristal y estéreo.

Ver web sobre el libro ,Villoslada Pueblo de hidalgos, trashumantes y emigrantes por Juan Antonio García-Cuerdas y Sánchez de Lollano .